domingo, 7 de marzo de 2010

08/03/2010

Víctor Balcells Matas FIEBRE

En las escaleras mecánicas que suben al parque del Putxet siento los primeros síntomas, la ciudad está abajo, llueve, mi amigo me espera con un queso de Roquefort en la mano. Mi exnovia vivió en Roquefort. Qué símbolo y qué porquería. Vemos una película. Si no estornudas mucho podré oír lo que dicen los personajes, dice. Perdón, digo. ¿Dónde está tu hermano?, le pregunto a mi amigo, que me ha abierto la puerta, con el que he cenado pizza, con el que he hablado de la situación de Denisse (sentimos compasión por Denisse). Mi hermano está fornicando con una mujer en un hotel, dice. Hay que aprender de los hermanos, digo. En la mesita de noche hay un libro de Echenique, todo parece entenderse así, si hay fiebre, como si leyéramos al revés o hiciéramos la voltereta. No sigo la conversación. No comprendo mis movimientos. Cenamos pizza, él me abre la puerta ¿qué fue antes?. Hablamos de Denisse, pero cuánto, hasta qué punto, de su hermano, en un hotel, ¿antes o después?, las escaleras mecánicas chirrían, ya no están tan nuevas, vengo o voy hacia casa, mi amigo me espera o ya me ha despedido. La película: estornudos, ¿qué es lo que escupo? ¿Saliva o restos del queso del pueblo de mi puta exnovia?

No hay comentarios:

Publicar un comentario